Análisis “La derrota de Bolsonaro”

El domingo los brasileños mostraron su fatiga con el discurso de odio de su Presidente. Ojalá este resultado marque el inició del fin del clima antidemocrático.

Estos días no parecen los más felices para la extrema derecha. No lo digo solo por la derrota de Trump sino por los malos resultados del bolsonarismo en las elecciones locales del domingo pasado. En víspera de la elección, Bolsonaro había agitado la política con sus acostumbradas declaraciones incendiarias.

Primero, volvió a menospreciar la pandemia y a mostrar una total falta de empatía con el sufrimiento de sus compatriotas por los estragos de la pandemia, acusándolos de ser un país de “maricas”. Y luego, en una suerte de “antimperialismo de ultraderecha” amenazó a Biden con la guerra por los incendios en el Amazonas.

Y aunque sus seguidores más radicales aplauden rabiosamente los acostumbrados exabruptos del capitán presidente, sus candidatos fueron derrotados en las principales ciudades brasileñas como preveían las encuestas.

En Sao Paulo la ciudad con más electores, el conservador Celso Russommano quien antes del apoyo presidencial era el favorito para ganar la alcaldía, se quedó fuera de la segunda vuelta que disputarán el conservador Bruno Covas y el izquierdista Guilherme Boulos, líder del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST). En Rio de Janeiro, Bolsonaro apostó por el pastor evangélico y actual alcalde Marcello Crivella quien con 21% de los votos fue superado por el exalcalde Eduardo Paes quien llega a la segunda vuelta con (37%).

En Belo Horizonte, Bruno Engler un “consentido” de Bolsonaro, fue vapuleado por el actual alcalde Alexandre Kalil. Mientras en Recife, la inspectora de policía Patricia Domingos quedó en cuarto lugar, a pesar del apoyo presidencial y de su discurso de “mano dura” contra la corrupción. En Porto Alegre, los bolsonaristas Valter Nagelstein y Gustavo Paim el primero, promotor de armar a los civiles y el segundo, con un discurso de persecución a la izquierda, quedaron en los márgenes de la disputa con 3% y 1% respectivamente.

El domingo los brasileños mostraron su fatiga con el discurso de odio de su Presidente. Ojalá este resultado marque el inició del fin del clima antidemocrático que se profundizó en el gigante suramericano en 2018 con la elección del “Messías” de la ultraderecha.