Implicaciones de la violación conyugal en India

INTRODUCCIÓN 

La violación conyugal es un acto que incluye todas las formas de agresiones sexuales con penetración cometidas por los esposos contra las mujeres, los hombres o los transexuales (Mandal, 2014). De acuerdo con el ranking de los mejores países para ser mujer, realizado por US News & World Report del año 2019 la India ocupa el puesto número 58 de 80 que fueron calificados. Para el estudio se tuvieron en cuenta factores como preocupación por derechos humanos, igualdad de género e ingresos, progreso y seguridad. Además, según un estudio realizado por la Fundación Thompson Reuters (2018), se demuestra que este país se encuentra en una situación peor que la de países en guerra, como Siria. En adición a esto, India registra más de 100 casos de violencia sexual al día, según la Oficina Nacional de Registro Criminal (2019). Una de las razones por las cuales el abuso sexual de los maridos contra sus parejas sigue siendo tan común, es debido a que en la India esto no se considera aún como un delito. Teniendo en cuenta lo anterior, el objetivo de este documento es revisar la situación legal en la India en cuanto a la violación conyugal y analizar cuáles son los factores que inciden en esta problemática y así establecer las razones por las cuales la situación de la mujer en la India es tan desfavorable.

DESARROLLO

De acuerdo con información de The Wall Street Journal,  "dos tercios de las mujeres indias casadas encuestadas por el Fondo de Población de las Naciones Unidas afirmaron haber sido obligadas a tener relaciones sexuales por sus maridos. (Como se cita en Arora, 2015). En adición a esto, el 56% de las mujeres consideraban que la violencia física era justificada. Como establece Arora (2015), el Código Penal indio posee una cláusula de excepción donde establece que las relaciones sexuales que un hombre tenga con su mujer, mientras esta no tenga menos de 15 años, no son consideradas como una violación. Esto quiere decir que cuando mujeres mayores de 15 años se vean obligadas a tener relaciones sexuales con su pareja, no pueden ser juzgadas ante un tribunal. Esto nos deja en evidencia que las mujeres en la India carecen de una protección legal por parte del Estado, pues debido a esta cláusula se les imposibilita llevar un caso de violación conyugal ante un juzgado. Además de la falta de protección legal que poseen las mujeres en la India, estas también están inmersas en una cultura donde la mujer es vista como propiedad del marido, incluso por su misma familia, la cual puede obligarla a casarse para obtener dinero. El hecho de que los matrimonios en muchas ocasiones no son consensuados, hace que las mujeres sean más vulnerables a abusos y violaciones. Esto se debe a que el matrimonio en la India es visto como una solución a los crímenes cometidos por los hombres, pues se encuentran en la libertad de violar a la mujer y luego casarse para redimir sus delitos, (Como se cita en Arora, 2015).  Para ampliar este análisis, es necesario mencionar y explicar los elementos que se identificaron como factores que inciden sobre la violencia marital en la India. Estos factores son, la cultura, las excepciones legales, falta de conocimiento sobre la violación conyugal y el matrimonio infantil. 

La cultura y su influencia en la jurisdicción

En India, la penalización de la violación conyugal fue tardía. Esto se dio principalmente gracias a las tradiciones y creencias culturales que predominan en el país asiático. En la sociedad india, aún existen estigmas que repliegan a la mujer solamente a los asuntos privados, como la manutención del hogar o el cuidado de los hijos. Esta percepción del rol de la mujer en la sociedad ha creado igualmente la idea de que las mujeres, en su rol de esposas y madres, también deben estar al servicio de los hombres. Esto lleva a pensar que en India, las mujeres son consideradas propiedad de los hombres y en el mismo sentido, la sociedad y las leyes aceptan la concepción de que los hombres pueden hacer lo que quieran con sus esposas. Un buen ejemplo de este tipo de comportamiento se puede evidenciar en los casos donde se ha pagado el llamado “dote” que los hombres deben pagar a la familia de la novia antes de casarse. En estas circunstancias, el abuso físico y psicológico hacia la mujer es perpetuado y justificado por la sociedad, debido a la cantidad de dinero que el hombre pagó (Bhat & Ullman, 2013). En lo correspondiente a la ley, la jurisdicción en India tiende a favorecer a la clase social dominante, que, en este caso, como en muchos más, corresponde a la población masculina. Dejando por otro lado a la población femenina en total desventaja (Choudhury, 2018). La influencia de la cultura en la jurisdicción India es tan amplia, que incluso tiene impacto en algunas instituciones que se consideran imparciales. Con respecto a la violación conyugal, algunos legisladores indios utilizan argumentos nacionalistas para tratar de minimizar la falta, afirmando que el matrimonio en India tiene una significación totalmente diferente a la concepción que se tiene de esta institución en occidente. En India, el matrimonio es considerado un sacramento, no un contrato entre partes, así que argumentan que las leyes aplicadas en otros países no aplicarían bajo este contexto (Mandal, 2014). Estos paradigmas explicarían el por qué la tardía penalización de estas agresiones, además de la excepcionalidad y amnistía que se dan en algunos casos. Claramente en esta sociedad en particular se puede evidenciar que la cultura no solo influencia a las personas y sus comportamientos, sino también a la jurisdicción y las instituciones.

Excepciones legales 

Otro punto importante a destacar es la aplicación de la ley. Aunque la violación conyugal a las mujeres menores de edad si se encuentra penalizada por la corte superior de India, en muchos casos estos actos permanecen en la impunidad. Esto se debe en parte a que en la constitución india, hay excepciones legales que discriminan a las mujeres casadas al negarles la misma protección contra las violaciones y el abuso sexual en comparación con las mujeres solteras. La excepción número 2 a la sección 375 establece que el coito sexual involuntario entre un hombre y una mujer mayor de 15 años, que se encuentren casados, no cataloga como violación y por lo tanto no puede ser juzgado como tal (Makkar, 2019). Esto debido a que la ley india considera que una mujer al casarse con un hombre automáticamente está otorgando un consentimiento a las relaciones sexuales que no caduca ni se renueva. 

Falta de conocimiento sobre la violación conyugal y sus implicaciones

No cabe duda que la educación en India es un factor que afecta muchas ramas de su desarrollo como país. La percepción de la violación conyugal en este caso no es afectada solo por la cultura como ya se mencionó anteriormente, pues la educación es un factor importante al momento de medir la respuesta de la sociedad. De acuerdo con la BBC (2017), la sexualidad en la India se ha convertido en un tabú, y establece que las razones podrían encontrarse en la influencia occidental, pues la incidencia de la corona británica marcó la manera en la que debían entenderse las relaciones entre hombres y mujeres, la cual debía comprenderse como una conducta puritana. En adición a esto, es importante recalcar la posición radical que tienen los partidos de derecha en el país, como el partido Bharatiya Janata, del cual fue líder el actual primer ministro Ram Nath Kovind. Esto de alguna manera afecta el hecho de que en las escuelas no se aborden a profundidad los temas de educación sexual, por ende, los niños y niñas crecen sin el conocimiento sobre lo que es el consentimiento y sin el discernimiento sobre lo que implica, por ejemplo, un abuso sexual frente a una relación sexual consensuada.  Además, muchas personas en India ignoran el hecho de que una mujer puede llegar a sufrir violaciones y abuso sexual incluso estando casadas, siendo víctimas de sus esposos. Esto, porque se piensa que las relaciones sexuales son connaturales al matrimonio y que, por lo tanto, no consideran que este tipo de abusos puedan ocurrir. Lo que estas personas ignoran es que los abusos constantes y las relaciones sexuales forzadas dejan no solo daño físico en las víctimas, sino también secuelas psicológicas que pueden durar años (Mishra & Singh, 2003). En este mismo sentido, Mandal (2014) establece que esa censura que las mujeres enfrentan al momento de dar su consentimiento para las relaciones sexuales es la misma a la que se enfrentan en otros aspectos de la vida pública como los empleos o la legislación. Por este motivo, es difícil para las víctimas o activistas del tema conseguir atención y apoyo en sus demandas, pues la sociedad no les brinda la importancia suficiente.  

Matrimonio infantil

En la India, la edad mínima legal para poder casarse es 18 años para las mujeres y 21 años para los hombres, teóricamente hablando el matrimonio infantil no es legal en este país. Sin embargo, gracias a la influencia cultural musulmana que es bastante marcada, el fenómeno del matrimonio infantil es bastante generalizado, pues, de acuerdo con cifras de la UNICEF (como se citó en BBC, 2017) India es el primero en la lista de países donde es más común este fenómeno, con 26,6 millones de mujeres que se han casado antes de cumplir los 18 años. En ocasiones, los padres tienden a “prometer” a sus hijas, incluso desde que nacen, a hombres mayores. Esto con el fin de “asegurarles una mejor calidad de vida”, al mismo tiempo que obtienen bienes en recompensa. Cuando estas niñas tienen su primera menstruación, usualmente entre los diez u once años, son obligadas a casarse. Aunque estos matrimonios no tienen soporte legal en la ley de la India, tampoco se pueden anular en las cortes. Esta costumbre tan popularizada se ve influenciada en ocasiones por la pobreza, el nivel de educación y lo más importante, por la inequidad de género. Esta desigualdad supone que las niñas deben encargarse únicamente del cuidado del hogar y de los hombres desde una edad temprana, enseñándoles a ser esposas en lugar de enseñarles a ser independientes. Esta percepción de las mujeres al servicio de los hombres no permite a las mujeres realizar decisiones concernientes a sus cuerpos desde una edad temprana, además de enseñar a los niños que tienen poder sobre las mujeres y que por lo tanto, estas pueden ser objeto de abusos. Con estos procesos siendo enseñados a tan temprana edad, el cambio de paradigma hacia un sistema social más justo se vuelve complicado, así como la consecución de la penalización de todas formas de abuso sexual dentro de los matrimonios. Raj y McDougal (2014) afirman que para prevenir este tipo de violencia contra las mujeres es importante ubicar la eliminación del matrimonio infantil y la seguridad de las niñas entre los puntos más importantes de las agendas públicas. Aunque el matrimonio infantil no es legalmente vinculante, como ya se ha mencionado, la ley tiene en cuenta su existencia y a pesar de esto, no hay sanciones reales que lo prohiban. Incluso, Mandal explica que la violación dentro de un matrimonio solo es regulada por la ley cuando la mujer es menor de 15 años o cuando el acto sexual está acompañado por violencia extrema y/o la vida de la mujer está en peligro (2014).

CONCLUSIÓN

Es posible concluir que la violación conyugal es solo una forma en la que se expresa la violencia contra la mujer en la India. Esto se debe en primer lugar a las prácticas religiosas y tradiciones que predominan aún en el país, que de alguna manera perpetúan esa concepción sobre la inferioridad de las mujeres en la sociedad, como el hecho de delegar estrictamente cuestiones de la esfera privada a la mujer. Además de esto, la clara influencia que estos pensamientos ejercen sobre el ejercicio del Estado. En segundo lugar, resulta de la propia jurisdicción del país, debido a las excepciones legales mencionadas anteriormente, la mujer se encuentra en una clara desventaja ante la ley. En tercera instancia, la falta de educación que existe sobre la violencia sexual en India, pues como resultado de esto muchas veces se llega a negar la posibilidad de una violación conyugal. Y, por último, la práctica generalizada del matrimonio infantil es sin duda un aspecto que solo empeora la situación de las mujeres, pues las propias familias “intercambian” a sus hijas por bienes, dinero o con la excusa de ofrecerles una mejor calidad de vida. Todos estos factores analizados nos evidencian la gravedad que representa la violación conyugal en cuanto a derechos humanos se refiere, pues de esta violación no es solo culpable la sociedad sino también el Estado. Es imprescindible que India tome acción sobre esta problemática, pues de otra manera, estarían incumpliendo lo acordado en la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, la cual se llevó a cabo en el año 1979. 

BIBLIOGRAFÍA

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