Afrontando el desafío del conflicto. Tomadores de decisión durante la Segunda Guerra Mundial en Colombia
Afrontando el desafía del conflicto
Tomadores de decisión durante la Segunda Guerra Mundial en Colombia
Este artículo es producto del estudio que se ha venido realizando en el semillero de investigación Análisis de Política Exterior Colombiana de la Universidad del Rosario, dentro de su línea de investigación “Colombia en la Segunda Guerra Mundial”, sobre la política exterior colombiana de la época. El artículo busca responder la siguiente pregunta: ¿Quiénes fueron los tomadores de decisiones cruciales para el desarrollo de la política exterior colombiana durante la Segunda Guerra Mundial y cuáles eran sus motivaciones? Esta pregunta surge a partir de la diversidad de intereses entre los actores responsables de las decisiones que afectaron a Colombia en el escenario internacional de cara a un conflicto que significó diversos cambios en el Sistema Internacional, tal y como fue la Segunda Guerra Mundial. Además, busca explorar la influencia de Estados Unidos para los tomadores de decisión de la época.
Breve contexto nacional: la Revolución en Marcha y la Pausa Liberal
En 1938, dos años antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, el liberal Eduardo Santos asumió la presidencia de Colombia en medio de la transformación impulsada por “La revolución en marcha”, un programa político y social liderado por Alfonso López Pumarejo. El objetivo de esta iniciativa era primordialmente modernizar al país por medio de estrategias como la reactivación del voto para individuos de escasos recursos o el incremento del esfuerzo estatal para fortalecer el desarrollo económico. Paralelamente, las acciones emprendidas por Alfonso López Pumarejo permitieron que grupos capitalistas y grupos sindicalistas se incorporaran especialmente bien en el partido liberal Colombiano (Melo, 2017).
La llegada al poder de Eduardo Santos supuso el cese de algunos aspectos conflictivos presentes en el proceso de modernización emprendido por Alfonso López, debido a ello, este periodo es denominado como la pausa liberal. Algunas iniciativas emprendidas por el gobierno de Santos incluyen la creación del Instituto de Fomento Industrial (IFI) el cual facilitó la creación de fábricas productoras de artículos escasos a raíz de la guerra, por ejemplo, las llantas. Mientras que a nivel doméstico Colombia afrontaba diferentes aspectos inconclusos como el problema agrario; en el sistémico las relaciones volátiles del sistema internacional fomentaron el intento de Colombia para ratificar la política de solidaridad continental (Melo, 2017, pág. 206).
¿Cómo respondió Colombia al conflicto internacional?
El accionar de Colombia durante la época bajo manipulación económica por parte de Estados Unidos – táctica que utilizó con varios países del continente luego de que su iniciativa de “El buen vecino” que buscaba fortalecer las relaciones entre Estados Unidos y los países latinoamericanos – no dio los resultados esperados. Esta influencia ayudó a mejorar la imagen de los aliados y a difamar la imagen de los países del eje, obligando implícitamente a los países latinoamericanos a escoger bandos.
La alianza con Colombia era fundamental para los Aliados en términos de la protección del Canal de Panamá, la cual era una posición estratégica para evitar el paso de provisiones a embarcaciones enemigas; el éxito de la distribución de suministros para los aliados (Noriega, 2017) y para ayudar a influenciar a otros países del continente a seguir los pasos de los presidentes colombianos durante la época: Alfonso López Pumarejo y Eduardo Santos.
El 27 de noviembre de 1943, después de una serie de hundimientos de embarcaciones colombianas por parte de submarinos alemanes bajo fuego unilateral y de muertes de ciudadanos colombianos que se encontraban entre Providencia y San Andrés, Colombia declara el estado de beligerancia contra todos los países aliados con la triple entente. Adicional a esto, el FBI desplegó una iniciativa para reducir el número de latinoamericanos pro nazis en el continente, por medio de una persecución activa contra los extranjeros simpatizantes. Esto generó una creciente desconfianza entre los latinoamericanos hacia los europeos que podrían ser posibles espías o simpatizantes con el régimen nazi. Dicha desconfianza en el caso colombiano venía dada por la expedición del decreto 1723 de 1938 que prohibió la entrada de judíos al país y dificultó la circulación de estos al interior del país (Leal Villamizar, 2011). También produjo la creación de campos de concentración en Fusagasugá en donde se retuvieron a ciudadanos alemanes, italianos y japoneses contra su voluntad en algunos hoteles cobrándose la estadía (Miranda, 2018).
Recuperado de: Noriega R. 2017. La custodia aérea del Canal de Panamá en la Segunda Guerra Mundial.
Tomadores de decisión de la política exterior colombiana de la época
En medio de este contexto, las acciones emprendidas por el Estado colombiano en materia de política exterior fueron lideradas por actores como Eduardo Santos Montejo, el cual, en cabeza del Estado colombiano, representaba uno de los tomadores de decisión más influyentes de Colombia sobre la respuesta inicial que asumió el país tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. A nivel doméstico, la influencia de este hombre se encontraba relacionada con su posición como director del periódico El Tiempo.
De acuerdo con la Red Cultural del Banco de la República de Colombia, el poder que ostentaba sobre la opinión pública lo posicionó como el gran arquitecto, no solo de la candidatura, sino del triunfo electoral de Enrique Olaya Herrera. El proceso electoral de Santos no presentó oposición debido a la política abstencionista del Partido Conservador colombiano, por otra parte, su administración se encontraba fuertemente sustentada bajo principios conciliadores. Su trayectoria política incluye una activa participación en diplomacia, inicialmente como canciller y posteriormente como delegado ante la Liga de las Naciones. Allí representó los intereses de Colombia frente al conflicto con Perú (Posada Carbó, 1956).
Eduardo Santos Montejo, de afiliación liberal, inicialmente no ambicionaba la presidencia, fue hasta el fallecimiento de Enrique Olaya Herrera, en 1937, que Santos fue elegido como candidato para suceder a López. Su campaña electoral no se caracterizó por la presencia de rivales fuertes, de hecho, incluso Laureano Gómez, líder radical del Partido Conservador Colombiano, reconoció su espíritu republicano. En el momento en el que Santos Montejo asumió la presidencia, el poder político y social que ostentaba influyó positivamente sobre su capacidad para plasmar las iniciativas que lideraba. Sin embargo, a lo largo de su mandato, los reparos de Alfonso López se hicieron notorios, principalmente debido al carácter moderado y conciliador de la presidencia de Santos (Venegas Useche, 2015).
En lo que respecta a la política exterior colombiana de la época , esta se caracterizó por un acercamiento a Estados Unidos por medio de la doctrina del Réspice polum. Dicha doctrina fue acuñada durante el periodo presidencial de Marco Fidel Suárez (1918-1921) y propugnaba por una orientación de la política exterior de Colombia hacia Estados Unidos. En lo particular, Eduardo Santos defendía la necesidad de establecer relaciones con Estados Unidos por medio de una igualdad jurídica que permitiera, no solo la defensa del continente, sino la limitación de toda expresión de imperialismo. En este sentido, sus acciones estuvieron encaminadas hacia el fortalecimiento del nacionalismo económico. Algunas de estas iniciativas fueron la creación de la Superintendencia Nacional de Importaciones, la negociación del Pacto de Cuotas Cafeteras y el afianzamiento del crédito exterior de Colombia (Academia Boyacense de Historia, 2002).
En segunda instancia, se encuentra Luis López de Mesa, Ministro de Relaciones Exteriores que acompañó a Santos durante todo su periodo presidencial. Nacido en Azuero (hoy Don Matías), el 12 de octubre de 1884, médico de la Universidad Nacional, especializado en psiquiatría y psicología en Harvard. También realizó varios viajes de estudios entre 1918 y 1922 a Inglaterra, Francia, Alemania, Grecia e Italia. Antes de su carrera política, se desempeñó como profesor de historia de la medicina, de sociología americana y de estética e historia del arte, en la Universidad Nacional. Asimismo, en 1917, fue elegido concejal de Bogotá, luego fue diputado a la Asamblea y representante a la Cámara. Fue nombrado Ministro de Educación en 1934, durante la administración de Alfonso López Pumarejo. Un año después renunció a este cargo. Previo a ello, implementó la docencia extranjera (principalmente de Alemania), reformas humanísticas en bachillerato como la antropogeografía, relacionada con sus estudios de determinismo biológico, geográfico y “el problema de las razas”.
Fue de los principales opositores de la entrada de los judíos al territorio nacional, alegando que eran elementos indeseables y que solo traerían problemas para el desarrollo de la raza colombiana (Leal Villamizar, 2011) . Esto, por medio de diferentes circulares educativas y decretos que impulsó para lograr su objetivo y también influenciar la reclusión de los judíos que para ese momento ya se encontraban en el país (Leal Villamizar, 2011). Paralelamente, impulsó la inmigración de europeos a zonas del país que por las características estudiadas anteriormente harían una mezcla racial con resultados convenientes. En el periodo presidencial de Alberto Lleras Camargo volvió a ser Ministro de Relaciones exteriores y miembro de la comisión de la reforma constitucional (Red cultural del Banco de la República).
Otra de las figuras importantes durante el gobierno Santos, y en especial durante la coyuntura mundial del momento, fue José Joaquín Castro Martínez, uno de los dos ministros de Defensa (en esa época Ministerio de Guerra y Marina) con los que contó Eduardo Santos. Nacido en Tunja en el año 1889, Castro Martínez, jurista de la Universidad Externado de Colombia, se desempeñó como embajador de Colombia en Brasil, ministro de Educación y de Guerra, entre otros cargos públicos. También fue profesor de derecho en varias universidades del país (El Tiempo, 1996). Durante su paso por la cartera de Guerra se dio la llegada de la Misión Militar de Estados Unidos en 1938. Este es un dato no menor, ya que se encargó de la renovación física de las fuerzas militares mediante el cambio del parque automotor, el cual aumentó la capacidad de movilización de tropas. También se evidenció una fuerte influencia estadounidense por cuenta de las diversas misiones de este país que arribaron con el objetivo de mejorar el componente militar colombiano, especialmente la fuerza aérea y la marina (Ministerio de defensa, 2018).
Sin embargo, aunque fue un momento de clara recepción de influencias, Castro Martínez se caracterizó por fomentar el espíritu patriota en las tropas, asegurando que se mantuviera una cierta independencia en el pensamiento militar. Esto se evidenció de forma clara durante la cooperación con Estados Unidos. Mientras al presidente Eduardo Santos no le parecía especialmente importante que este país tuviera el control total sobre la seguridad externa de Colombia llegado el momento de un enfrentamiento bélico, para Castro, un patriota redomado, era necesario asegurar la autonomía del país mediante la inversión y modernización de las fuerzas armadas; al negársele dicha petición, el ministro renunció a su cargo (Gómez Moreno, 2010).
Apuntado como el segundo Ministro de Guerra de Eduardo Santos, a Gonzalo Restrepo le tocó lidiar con el país en una situación difícil, en donde ya se habían roto relaciones con la Alemania Nazi y Japón, y Estados Unidos, aliado de Colombia, ya estaba inmerso en su cruzada personal contra el Eje, y pedía la entrada de Colombia en el conflicto. Sin embargo, a pesar de esta situación, mejoró la aviación militar, continuando con lo que había empezado el ministro José Joaquín Castro. Además, aumentó la producción de indumentaria para las fuerzas militares, terminó diversas construcciones militares como la Escuela Militar de Cadetes, la Escuela de Infantería, entre otros (Ministerio de Defensa, 2018). Así como su predecesor, tuvo una inclinación favorable a la cooperación con Estados Unidos, manifestándose mediante el envío de oficiales y suboficiales a este país en misiones militares, así como a Panamá con lo cual se contribuía a la protección del Canal de un ataque potencial en el marco de la contienda mundial que se desarrollaba.
A modo de conclusión, se pueden entender diversas motivaciones en los tomadores de decisión. Algunos como el presidente Santos y los ministros de Guerra y Marina veían fundamental la cooperación con Estados Unidos y por ello la impulsaron activamente, a pesar de las reticencias que pudiesen tener en ciertos momentos. Mientras tanto, el ministro López de Mesa, de Relaciones Exteriores, tenía como principal interés regular el ingreso de cierto tipo de inmigrantes, mostrando especial aversión por los judíos que huían de Europa a causa del Holocausto. Esta divergencia de intereses entre los tomadores de decisión permite dar una mirada más profunda a la guerra en Colombia, saliendo del tradicional análisis dado por la afinidad con Estados Unidos.
Referencias:
Gómez Moreno, J. (2010). Bajo la protección del águila: cooperación política y militar de Colombia con los Estados Unidos entre 1938 y 1946. Universidad Javeriana. p. 25.
Leal Villamizar, L. (2011). Colombia frente al antisemitismo y la inmigración de judíos polacos y alemanes 1933-1948. Tesis de maestría, Universidad Nacional de Colombia.
Melo, J. O. (2017). Historia mínima de Colombia. Turner Publicaciones.
Ministerio de defensa. (2018). Apuntes Históricos. Ministros de Guerra y Defensa de Colombia. Mindefensa. p. 105
Miranda, B. (14 de Septiembre de 2018). Colombia: el campo de concentración de Fusagasugá para alemanes y japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. Bogotá, Colombia. Tomado de https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-45419265
Noriega, R. (19 de Junio de 2017). La custodia aérea del Canal de Panamá en la Segunda Guerra Mundial. Tomado de https://www.prensa.com/blogoterapia/Canal-de-Panama-durante-Segunda-Guerra-Mundial_7_4783841569.html
Posada Carbó, E. (1956). Eduardo Santos Montejo. Banrepcultural. Tomado de https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-109/eduardo-santos-montejo
Red cultural del Banco de la República. (s.f.). Luis López de Mesa. Banrepcultural. Tomado de https://enciclopedia.banrepcultural.org/index.php/Luis_López_de_Mesa
Tiempo, R. E. (21 de junio de 1996). CASTRO MARTÍNEZ, FORMACIÓN, EDUCACIÓN Y CULTURA. Tomado de https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-425964
Vanegas Useche, I. (2015). Eduardo Santos y las sin salidas de la república liberal. Historia y MEMORIA, (11), 241-270. Retrieved July 07, 2020, from http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2027-51372015000200009&lng=en&tlng=es.